Santo Domingo. La mañana del miércoles 23 de agosto de 2017, Emy del Carmen Peguero Polanco (Emely), de 16 años, salió junto a su novio Marlon Martínez a buscar unos resultados médicos para comprobar el estado de su embarazo de cinco meses.
Los padres de la chica, Genaro Peguero y Adalgisa Polanco, no sabían que ese día Emely sería brutalmente asesinada presuntamente por Marlon, de 19 años, como ha establecido el ministerio público, con quien mantuvo una relación amorosa por cuatro años.
Este jueves se cumple un año de un hecho que no solo conmocionó a la comunidad de Cenoví, en la provincia Duarte, sino que también tocó a toda la sociedad dominicana que aún exige que las autoridades hagan justicia por el crimen y que sean condenados los principales implicados: la madre e hijo, Marlin y Marlon Martínez, quienes en la actualidad son los únicos dos encarcelados por el caso, guardando prisión preventiva desde finales del mes de agosto de 2017.
La teoría principal del ministerio público sobre el asesinato en la comunidad Cenoví fue el rechazo de la madre de Marlon al embarazo de la menor. Por lo que ante la presión, este presuntamente la mató en su apartamento. Tratando de no levantar sospechas, un día después de la desaparición de la menor, su suegra y su novio hicieron una rueda de prensa en la que pidieron a Emely su regreso a casa.
“Yo le quiero hacer un llamado ahora, por favor Emely Peguero, donde quiera que estés, por favor aparece que te estamos esperando con los brazos abiertos. Estamos preocupados por ti, vas a tener todo el apoyo del mundo cuando vengas, por favor”, fueron las palabras de Marlon, mientras desviaba su vista de las cámaras de video y los periodistas que estaban en el salón.
También su madre comentó en ese mismo lugar que en ningún momento tuvo una opinión negativa con relación al embarazo de la menor, y que había ocurrido todo lo contrario, le había mostrado apoyo tanto a ella como a sus familiares. Mientras pasaban los días las expectativas de la aparición de Emely con vida se desvanecían. Ocho días después su cuerpo fue hallado dentro de una maleta con signos de tortura.
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