Los fanáticos de las Águilas del Cibao no nos habíamos sentidos más atacados, acosados y ofendidos,  en lo más de ochenta años de nuestro  aguerrido club mamey, que en la actualidad. 

El responsable de  tan sórdida e irreparable afrenta es el colega periodista Franklin Mirabal, quien en rol de “animador” (porque lo que  hace no es narración) de un equipito contrario al mío, con un estilo aguzado, irreverente y  “cuerdero” nos sofoca a los aguiluchos a grado máximo

Lo que hace Mirabal es basurearnos, cuando comienza con su vocecita atiplada a fuñirnos  con frases taladrantes como: “quítense del medio…quítense del medio que vienen los tigres”.  O la supersticiosa expresión: “me están picando las manos”.  O su exagerada muletilla: “Señores…Señoreees”.

Pero la más afrentosa es, cuando el equipito azul está ganando apenas por una carrera, que el condenao comienza a restallar: “Señores, Que bonita…que bonita se ve esa pizarra”.

Malvao narrador.  Latoso sujeto.  El tipo está exagerando y faltándole el respeto a los fanáticos no liceístas.  Pero, no dejo de reconocer que con su desenfadado estilo el condenao Mirabal se ha metido en un bolsillo a la audiencia nacional.

Como líder de la fanaticada aguilucha en el sur, que modestamente soy, junto al Monseñor José Dolores Grullón, Phillip Viñas y Eulalio Ramírez,  arengo a los fanáticos mameyes a que en los juegos donde narre el malvao Franklin Mirabal, veamos el huego con la televisión muda, para que no nos dé un soponcio.

El autor es fanático aguilucho.

Por Rubén Moreta

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