En esta semana santa la he pasado trabajando en lo que hago, comunicación y también he sacado un momento para reflexionar en mi área de manera muy especial en mi municipio.
He visto cuantas actividades han realizado los políticos, empresarios y comunitarios y de verdad me he quedado sorprendido con la peculiaridad y destreza para querer complacer a los ciudadanos, de verdad no puedo negar el asombro que me ha causado el regidor Vinicio Aquino quien de manera magistral ha iniciado un programa denominado «Un Chin de Dulzura Entre Tantas Amarguras» campaña esta que desde mi punto de vista más que un brindis es un enfoque de la realidad en que se encuentra nuestro municipio, la miseria y abandono en que viven tantas familias por el abandono del gobierno y las autoridades municipales.
También he observado como tantos políticos y empresarios han querido imitar esta acción pero no han sabido capitalizar porque dejan ver claro que lo hacen por politiquería y no por interés de ayudar, en el caso de este concejal llega a los lugares, prende un fogón, comparte con los presentes y a los que no pueden ir va y se la lleva a su casa, eleva una oración y hasta asume algunos compromisos con causas que afectan a los moradores, eso se llama trabajar por amor al prójimo. Felicito a este noble hombre; y a los demás les digo: imitar no es igualar.
