El 2020 ha desempolvado los más furibundos apetitos de una gruesa caterva que aspira a optar por una regiduría.
En las agrupaciones políticas no existe el menor límite para pre candidaturas en las internas de los partidos, por eso, nos encontramos con el mayor número de aspirantes en la historia del municipio de Santo Domingo Oeste, sin embargo, lo preocupante no es solo eso, lo que de verdad atemoriza es que en los partidos no hay ningún tipo de “colador” para que quienes conformen esta sala capitular lo hagan revestidos de formación y compromiso.
Para experiencias funestas, ya hemos tenido bastante. De acuerdo a mediciones que hemos realizado, las sala capitular que han acompañado a los alcaldes Francisco Peña están ranqueadas como las peores y más denigrante sala capitular que se recuerde en municipio alguno, aprobando sin pudor un sin número de estaciones de gasolina y gas licuado de petróleo (incluso al lado de escuelas) con un descredito tan magnánimo que resulta improbable compararlo, mientras que la sala capitular actual que acompaña al Ing. Francisco Peña solo se ha caracterizado por aprobar reconocimientos y ponerle nombre a calles ¡Vaya aporte! No conocemos ninguna propuesta emanada por esta sala que contribuya al desarrollo de Santo Domingo Oeste.
El problema fundamental es que la mayoría de los que están quieren repetir y los que quieren llega nuevos no se le conoce ninguna razón real por la que quieren ser regidores, está bien claro que mejoría no veremos por el momento.
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