El presidente Donald Trump anunció amplias restricciones en Estados Unidos contra las redes sociales chinas TikTok y WeChat, una decisión que provocó este viernes la reacción de Pekín y una amenaza de acciones legales por una de las empresas afectadas.

Mediante un decreto, que entra en vigor en 45 días, Trump prohíbe toda transacción en Estados Unidos con las empresas dueñas de dichas aplicaciones de redes sociales, argumentando cuestiones de seguridad nacional para justificar su decisión contra ByTendance (dueña de TikTok) y Tencent, una de las líderes de la industria de videojuegos y que es también una de las compañías más ricas del mundo.

Pero la guerra por la seguridad no es propia de Estados Unidos. Se considera que China tiene uno de los regímenes de censura más extensos y sofisticados del mundo.

El gobierno chino controla el contenido de Internet y restringe, elimina o prohíbe el contenido que considere que no es del interés del estado, lo que afecta a plataformas como Facebook, y muchos otros proveedores mundiales de redes sociales.

China utiliza varios métodos para ejercer autoridad sobre el uso del Internet: bloquea sitios web, filtra palabras clave, censura redes sociales y controla la publicidad de contenidos delicados o políticos, a través de la Administración del Ciberespacio de China, que es el principal organismo de censura en la nación.

Además de Facebook, las autoridades chinas bloquearon los servicios de Twitter y Google, en julio de 2009, luego de disturbios en Xinjiang, una región autónoma especial en el oeste de China.

La lista de compañías extranjeras de internet bloqueadas incluye WhatsApp, Instagram, Snapchat, Yahoo, Slack, YouTube, Pinterest, Tumblr, Pornhub, Wikipedia, Amazon, Flickr, DuckDuckGo, HBO, entre otras.

Los controles también impiden que los usuarios en China accedan a sitios de noticias como la BBC, The New York Times, Wall Street Journal, Reuters, The Washington Post, The Economist, entre otros.

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