Alcalde José Andújar habla con lujo de detalles sus Memorias de Gestión Municipal.
El Alcalde del Cabildo del Municipio Santo Domingo Oeste, ingeniero José Andújar; apegado a lo que estipula el artículo 131, de la ley de Cabildos y Ayuntamientos, dio con lujo de detalles sus Memorias de Gestión Municipal.
Dicho escenario escogido para este amplio detalle y el gran esfuerzo realizado para levantar la moral del municipio, fue tomado «El Bulevar de los Famosos», obra construida por la reciente Alcaldía regenteada por su honorable Alcalde.
El ingeniero José Andújar, con sus amplios conocimientos de la palabra hablada, detallo punto por punto el mal manejo de los recursos financieros del Cabildo, de la pasada gestión.
Que dejaron las pasadas autoridades en las arcas del ayuntamiento del SDO, facturas de deudas, líos…
Andújar, adujo que recibió una alcaldía con una gran deuda ascendente a los RD$320, 033, 002.18, millones de pesos, a lo que podemos colegir y vaticinar que las arcas fueron dejadas en «ROJO ASCENDENTE».
Sin embargo, lo poco que dejaron las autoridades pasadas, fue una suma de RD$ 4; 966.463.01 millones, pero afectados la gran mayoría con una sentencia de embargo.
Es decir, todas las cuentas de los Servicios del Cabildo, solo exhibían facturas en deudas progresivas, lo que indica una situación turbia y grosera.
El manejo de aquellos que nos desgobernaron por espacio de 18, años, no fueron al ayuntamiento con un programa, ni con una visión para ordenar la cosa pública desde ese Cabildo, sino, llegaron sin brújula.
Hoy, el ingeniero José Andújar, este ordenando la casa con su gran capacidad de gerente experimentado y, su alta y valorada vocación de servicio puesta en boga a través de sus años.
Está dice que está cumpliendo a raja tabla lo propuesto y las promesas de campaña, «CAMBIAR EL DESORDEN POR EL ORDEN», lo está haciendo con energía.
Al cabo del tiempo dirán los munícipes que este alcalde es lo mejor que nos podría pasar, y que, con razón, mas antes debieron darle la oportunidad de llegar al Cabildo.
Por: Rafael Fernández
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