“Antes del 911 el paciente llegaba muerto a la emergencia”

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La unidad de emergencias es una de las áreas más críticas de los hospitales, concebida para atender a pacientes en estado delicado de salud que de no recibir atención inmediata podrían perder la vida. Sin embargo, la doctora Sarah de la Cruz, presidenta de la Sociedad Dominicana de Emergenciología, deploró que por desconocimiento o comodidad, muchas personas recurren a este servicio para tratar situaciones que pueden ser resueltas en una consulta.

Empecemos estableciendo la diferencia entre urgencia y emergencia

La diferencia es el tiempo en el cual tú puedes abordar cada una de ellas. Una emergencia tiene que ser resuelta inmediatamente o en menos de 24 horas porque compromete la vida de la persona, mientras que la urgencia puede esperar hasta 72 horas o tres días. Muchas urgencias que pueden ser resueltas por el área de la consulta presionan a las reales emergencias.

¿Qué puede ser considerado como una emergencia?

Un dolor de pecho, una persona sangrando con heridas abiertas, convulsiones, traumas con alteración de conciencia, o sea una persona que sufrió un golpe y comenzó a desvariar, es una real emergencia.

¿Y una urgencia?

Puede ser un golpe en la pierna, que tú ibas caminando, tropezaste y te diste un golpe. Tu dedo se puso morado, probablemente vas al hospital porque tienes dolor y probablemente está fracturado, pero eso puede esperar por encima de un dolor torácico, de una herida de arma de fuego, o de alguien sangrando con una herida expuesta o abierta, o de una persona con alteración de conciencia. O sea, el trauma que tienes, aunque tengas dolor puede esperar más que lo que me puede esperar un dolor torácico que probablemente no llegaría a una hora si realmente la persona sufrió un infarto. Hay personas que llegan con una uña encarnada desde hace dos meses y se le cayó ese día, y creen que es una emergencia que compromete su vida. Te lo digo porque me ha pasado que en medio de una reanimación de un paciente en paro cardiaco, se me para alguien al lado y me dice que si lo van a dejar morir y cuando tú le preguntas qué tiene, dice que tiene una uña encarnada, o sea que a la población le falta mucho que aprender en este aspecto y solo aprenden cuando necesitan acceder por una real emergencia y la presión de urgencia no le deja llegar al espacio.

¿Es por eso que existe el triaje?

Este es un término francés que viene de las guerras napoleónicas que significa clasificar. Consistía en establecer una escala de gravedad fuera de las tiendas que funcionaban como hospitales para atender a los soldados heridos que tenían posibilidades de vida. El triaje nos ayuda a organizar el servicio, a definir cuál es la gravedad de la emergencia, y en qué tiempo tenemos que atenderla y es la parte que no entiende la mayoría de los usuarios. Cuando hay una emergencia, por ejemplo, un dolor torácico, o alguien sangrando que te acaba de llegar a sala de espera, tienes que clasificar según la gravedad de lo que tiene tu paciente y el manejo del recurso dentro de la sala. O sea, si yo tengo una sala con diez camas, probablemente llenas y afuera tengo 40 personas tengo que definir quién va primero, quién tiene más probabilidad de fallecer si no lo atiendo.

La emergenciología es una especialidad relativamente nueva en el país. ¿Cuántos especialistas hay?

Con respecto a otras especialidades si es relativamente nueva aunque ya hay subespecialidades más nuevas que nosotros. En 2008 fue formada la primera residencia en el hospital Darío Contreras a través del doctor Subero que era traumatólogo y ortopeda. La segunda se hizo en la Plaza de la Salud, la tercera en el Gautier, hasta llegar a nueve escuelas. Egresados a la fecha hay alrededor de 294 y esperamos la camada que va a salir en junio. La gestión de las salas ha sido un tema de mucho auge en los hospitales, es el área más álgida, la puerta de entrada. En principio la gente consideraba la emergencia como zona de castigo, y cuando a un especialista en formación le pedían que fuera a la emergencia pensaba que estaba castigado por algo malo que había hecho, pero todo eso cambió a partir de la salida de emergenciología como especialidad en el país. Nosotros nos encargamos de viabilizar la atención en función del recurso que disponemos.

¿Cómo valora la entrada en vigencia del 9-1-1?

Estuve en el antes y el después del 911 y puedo decir, como abanderada del servicio, que el 911 vino a solucionar muchas cosas. Antes el paciente me llegaba muerto y ahora me llega vivo en un momento que yo puedo trabajar con él. Antes, pacientes con un edema agudo de pulmón se quedaban en un vehículo público en medio de un tapón. Pero asimismo, como ese servicio vino a dar respuesta a emergencias y asistencia a la población también la población ha abusado del mismo, por eso muchas veces vemos congestión del servicio. Hay personas que llaman al 911 por un niño de 10 años con fiebre, que lo único que tienen que hacer es tomar medidas térmicas en su casa, darle acetaminofén, bañarlo… no te digo que si te preocupa vayas al hospital, pero no es necesario llamar al 911.

¿Cómo manejan los médicos las agresiones por parte de pacientes y familiares en las áreas de emergencia?

Hay lugares donde hay que redoblar la seguridad porque incluso entran a rematar a personas. Nos tocó un tiempo ver la llegada de pandillas que los mandaban con tiro en el pecho, pero ya sabíamos lo que venía, y a esos pacientes se le enviaba a quirófano corriendo y se impedía la entrada de acompañantes. Los hospitales tienen sus mecanismos de seguridad interna pero hemos tenido casos de médicos agredidos, en las zonas rurales, más que todo, y en la parte metropolitana de Santo Domingo.

Recientemente en La Vega, una compañera fue agredida porque la familia de un joven con intoxicación etílica quería que lo atendieran por encima de todos los demás. Se le atendió y se le mandó a medicar pero como la medicación no llegaba agredieron a la doctora. Gracias a Dios a esa persona la apresaron y fue sometida a la justicia. Esta es el área más álgida, donde la gente llega temblorosa, ansiosa, nerviosa, quizás después de haber ido a otros establecimientos donde no recibieron la información correcta porque no había disponibilidad de recursos para actuar, pero hay que asegurarse de que las personas entiendan que no por eso pueden entrar a la fuerza y querer agredir.

Hay personas que te dicen si no grito no me atienden y luego cuando tú vas, te dicen que le duele la planta del pie y descaradamente te piden una licencia médica. Hay que educar al paciente, que entiendan que la emergencia es para solucionar un riesgo vital, porque que bueno cuando una persona llega con parada cardíaca a tiempo, tú lo trabajas y ese paciente sale y te puede decir gracias doctora, y no estoy viendo muchos dolores en planta del pie, de más de dos meses  de evolución, sin relevancia a la vida.

Dra. Sarah De la Cruz
Presidenta de la Sociedad de Emergenciología

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